Los recientes ataques de Anonymous a las estaciones de policía de Minneapolis en Estados Unidos nos demuestran que por más que creamos que nuestra información está a salvo no hay nada más alejado de la realidad. Desde lo que compartimos en redes sociales hasta los correos que enviamos, todo puede convertirse en un foco de peligro si no tenemos en cuenta cómo proteger los datos que brindamos.

El aislamiento nos ha acercado aún más al mundo digital pero debemos tener cuidado con la información que suministramos puesto que no todos los sitios son seguros y muchos delitos informáticos quedan en la impunidad. El gran inconveniente en este aspecto es que como usuarios no tenemos claro el papel que la ciberseguridad juega en este contexto; uno dentro del cual nuestras acciones nos convierten en verdaderos protagonistas.

Cuando expandimos el contenido que vemos con otras personas tenemos un rol de emisor que nos obliga a pensar si lo que compartimos es relevante, verídico e inofensivo, al menos ese debería ser el proceso a seguir. Sin embargo, cada día notamos como crecen como espuma las noticias falsas que han llevado a crímenes reales y que han ocasionado un “ajusticiamiento por mano propia” con consecuencias nefastas para las personas que han sido juzgadas erróneamente.

La pregunta del millón es: ¿cómo podemos protegernos? Y dentro de la respuesta a esta inquietud cabe un amplio abanico de posibilidades. Es sumamente importante partir del lugar en que se comparte lo que hacemos, por ejemplo, las empresas necesitan infraestructuras digitales seguras que no solo les permitan converger los procesos de su organización sino también generar efectivamente una protección de todos los datos de sus colaboradores y clientes.

Como usuarios, los consejos son más simples: se trata de ser observadores y cautelosos. Es decir, hay que verificar los sitios a los cuales entramos y en caso de duda (como puede suceder con transacciones bancarias) es mejor parar el proceso y realizar una doble confirmación directamente con las instituciones, así conoceremos de primera mano si se han autorizado este tipo de intervenciones.

Aunque la tecnología significa inmediatez, a la hora de compartir contenido conviene bajar las velocidades y ser más cautelosos con los datos que brindamos. Hasta la delincuencia se ha reinventado creando estrategias cada vez más convincentes para atacar a un número mayor de personas. Pero, si logramos tomarnos un momento y pensar en la razón que hay detrás de lo que compartimos crearemos una barrera efectiva para protegernos.

En Fénix Punto Net nos hemos especializado en la seguridad informática como un eslabón clave a la hora de proteger la integridad y la privacidad de la información almacenada en un sistema, por medio de actividades que tienen como propósito reparar o encontrar vulnerabilidades de seguridad para proteger las diferentes infraestructuras de ataques cibernéticos. Si necesitas acciones integrales para cuidar tu información, cuenta con nosotros.